Cómo sacar el máximo partido a tu calefacción y, de paso, ahorrar.

Con la que está cayendo, lo último que necesitábamos era una ola de frío. Los precios de la calefacción y la electricidad fluctúan y se convierten, para algunos hogares, en un problema añadido. Te enseñamos a sacarle el máximo partido a tu calefacción o, lo que es lo mismo, a ahorrar y calentar tu casa a la vez. ¿Imposible? ¡Para nada! ¡Sigue leyendo y verás!

Demasiado calor es perjudicial para tu bolsillo y para tu salud.

Más o menos todo el mundo sabe que manejar bien las temperaturas puede llegar a horrarte la quinta parte de tu factura. De día, 21 grados máximo, aunque siempre es mejor tenerla algo más baja y no estar en manga corta. De noche, 16, lo cual no sólo te ayudará a dormir mejor según los expertos. Además de ahorrar, estas temperaturas te ayudarán a evitar que tu piel y tus mucosas se resequen, lo cual facilita catarros y similares, o incluso levantarte con dolor de cabeza o signos de deshidratación.

Evita poner ropa a secar sobre los radiadores. Sin saberlo, estás consumiendo bastante más energía para calentar la habitación. Si necesitas esa prenda seca, es mejor colgarla en un tendedero o una silla frente al radiador, nunca encima, ya que la ropa bloquea la circulación de aire en el radiador y obligamos a la caldera a trabajar más para calentar la casa, elevando el consumo de recursos.

¿Puedes notar el cambio de temperatura en tu casa cuando los vecinos ponen la calefacción? Los radiadores también calientan las paredes y sería genial que ese calor revertiera en la habitación, ¿verdad? Si colocas un panel reflectante entre el radiador y la pared, recuperas entre un 10 y un 20% del calor que se pierde hacia el muro. Si quieres, pregúntanos y te contamos todo sobre las opciones disponibles.

Pensarás que no tiene nada que ver, pero la decoración importa. Usar elementos como alfombras y cortinas gruesas y colgar cuadros, aunque te parezca mentira, aísla del frío. Si además te gusta la decoración, ya tienes la excusa perfecta para hacer cambios en otoño y primavera. Así, necesitarás menos energía para calentar la estancia. Mejorar los aislamientos en general siempre ayuda. Puedes ver algunos tips sobre eficiencia energética en este post.

Apaga lo que no utilices. Si tienes habitaciones que normalmente no usas, apaga el radiador y cierra la puerta. Y, por último, la madre de todas las medidas lógicas: verifica que tu sistema de calefacción se adapta realmente a lo que necesitas. Consúltanos, porque en Sagar contamos con todo tipo de sistemas de calefacción, desde calefactores a estufas de pellet. Te ayudamos a elegir en función de tus necesidades.

¡Por cierto! A estas alturas, supondremos que al inicio de temporada habrás realizado una revisión de tus sistemas de calor. El funcionamiento deficiente suele ser una de las principales causas de pérdida de recursos. Si no lo hiciste y no estás teniendo problemas durante el invierno, ¡enhorabuena! Pero lo ideal es comprobarlo todo al principio del otoño y, así, evitar males mayores cuando realmente necesitemos calor hogareño. En este post te contamos cómo hacerlo en sólo 4 pasos.